Le Bourget. Asalto a la Iglesia de Saint Nicolas. 30-10-1870

Introducción

Uno de los aspectos que más me gustan a la hora de encarar la pintura de cualquier figura es el de situarla históricamente. Y no me refiero a “Waterloo 1815” o “Gettysburg”. Disfruto intentado descender un poco más y aprovechar esa otra faceta de nuestro hobby que es el conocimiento de la Historia; para de esa forma situar a nuestro personaje en un momento, lo más concreto posible.

Esto me sirve además, de motivación a la hora de afrontar la pintura. No es lo mismo pintar a un prusiano de la Guerra Franco Prusiana allá por el siglo XIX, que pintar a un Capitán de la Guardia que participó en la recuperación de Le Bourget la mañana de un 30 de octubre de 1870.

Esta “casi” personalización de la figura  permite aprovechar su pintura para conocer algo más sobre la contienda en cuestión.

Entre los amantes de las motos hay una frase que dice: Hay dos clases de motoristas, los que se han caído y los que se van a caer. Perfectamente extrapolable al miniaturismo histórico: hay dos clases de miniaturistas los que ya han llegado a la Historia y los que llegarán.

Este primer artículo para el Blog de Alabarda se merecía una figura de nivel, por lo que me pareció muy apropiado este Foot Guard Hauptmann de la desaparecida Élite Miniaturas.

Pero, como lo primero es lo primero, vamos  a situar al caballero en cuestión en el día de autos.

La Guerra Franco Prusiana (19 de julio de 1870 al 10 de mayo de 1871)

Sin entrar en excesivos detalles, no es ni el propósito ni el lugar, conviene establecer el contexto histórico de esta magnífica figura.

No soy historiador, tan sólo la lectura me permite hacerme una idea de la situación europea a finales del siglo XIX, así a mi humilde entender convergen dos situaciones que habrán de servir de detonante de esta contienda.

Por una lado, Prusia, con su Canciller Otto Von Bismarck embebido en el proceso de unificación de los diferentes estados que habrían de configurar Alemania.

Por el otro Francia que, con su emperador Napoleón III a la cabeza, ve con temor como el gigante prusiano va creciendo al norte.

Y de forma tangencial, convidada de piedra, España. ¿España?, ¡fíjate que cosas!; que no tenía yo ni idea, ya ves, lo que aprende uno pintando soldaditos.

El caso es que tras la Revolución Gloriosa de 1868, que conllevó la abdicación de Isabel II, el trono español estaba vacante.

Y hete aquí, vaya usted a saber por qué; que sus razones tendrían oye, que no digo yo que no,  que nuestro Parlamento ofreció el trono al Príncipe Leopoldo de Hohenzollern-Sigmaringen, primo del Rey de Prusia para más señas.

Y ya está liada. Napoleón III ve que por el norte, Bismarck está formando una cada vez más fuerte Prusia y por el sur, de rondón, le quieren colocar en el trono español a otro prusiano. Temiéndose una tenaza en toda regla, exige al Rey de Prusia que su primo no acepte el ofrecimiento español.

El Príncipe Leopoldo declina cambiar la cerveza alemana por el tinto español y la situación parece calmarse. Pero Napoleón III, en un intento de agradar al pueblo francés, se viene arriba y exige a Prusia que no sólo Leopoldo, sino ningún miembro de la dinastía prusiana ocupe jamás el trono español.

Tal exigencia va a dar lugar al episodio conocido como “El Telegrama de Ems”. Un telegrama remitido por Guillermo I de Prusia a Bismarck sobre las exigencias francesas, va a ser utilizado por el Canciller, firme partidario de la guerra con Francia, para mediante una hábil manipulación de su contenido favorecer el casus  belli con Francia.

Efectivamente, Francia que toma ese comunicado de Bismarck como un insulto, declara la guerra a Prusia el 19 de julio 1870.

Llegamos así a finales de octubre y a las cercanías de París que se encuentra sitiada por los prusianos. Napoleón III ha sido capturado en Sedán el 2 de septiembre, las cosas pintan bastos para Francia. En estas estamos, y el general Clarey de Bellemare, actuando por cuenta propia toma al asalto la localidad de Le Bourget en la mañana del 28 de septiembre desalojando a los prusianos que la tenían en su poder.

Sin un interés estratégico claro, los prusianos tras un intento de retomar la localidad durante la noche, permanecían a la espera. Y esperando, esperando, llega la orden del Príncipe Heredero Alberto de Sajonia de retomar Le Bourget a cualquier precio.

La mañana del día 30 de octubre, tres columnas prusianas avanzan hacia su destino. A las 09:00 están a las puertas de la ciudad. En ese momento aparece el General Budritsky, que bandera del 2º Bon. de la Guardia en mano, encabeza el asalto.

La ciudad será tomada, pero no sin grandes pérdidas. Los franceses, bien atrincherados en barricadas venden cara la derrota y defienden cada calle y cada edificio, hasta el asalto final en la iglesia de Saint Nicolás. 1.200 franceses fueron hechos prisioneros y la derrota fue un mazazo para la moral de París.

La figura

Poco puedo decir de este figurón modelado por Stefano Canone y comercializado por la extinta Elite Miniaturas. De factura impecable en el modelado y en la fundición, su montaje no presenta ningún problema.

En la propia caja podemos ver una buena pista sobre la inspiración del escultor: Un cuadro de Alphonse de Neuville en el que se aprecia perfectamente a este Hauptmann de la Guardia, frente a la Iglesia de Saint Nicolas tras la rendición francesa.

Realizado el preceptivo estudio previo de la pieza decidí pintar la cabeza por un lado y el cuerpo, al que pegué ambos brazos y las dos partes del cuerpo (torso y piernas) por otro. La funda de los prismáticos, vaina y espada también por separado.

Los encajes son perfectos y apenas tuve que aplicar un poco de masilla para fundir bien la unión entre el torso y las piernas.

He de decir que la figura está pintada enteramente con óleos. Gracias al Máster Javier Montero por sus enseñanzas. No había previsto este artículo, ni me considero pintor para aconsejar a nadie por lo que no tengo unas mezclas exactas, así que me limitaré a mostrar varias fotos de la pieza.

Para empezar tras preparar la figura con una imprimación en gris, procedí a pintarla con los colores base en acrílico. Esto es para que luego al dar el óleo y trabajarlo tenga una base de color aproximado a lo que queremos por debajo.

El escenario

Siempre que puedo me gusta añadir algún elemento a la figura que la enmarque en la escena, procuro evitar figuras sólas con un terreno…

En este caso he aprovechado una antigua referencia, creo que de Alymer, de la fachada de una iglesia para simular la Sainz Nicolas de Le Bourget. Una vez añadida la vidriera, y simulados con plasticard y estaño los “cordones” del emplomado, la fachada gana en realismo. Pintura con acrílicos y después trabajo final con óleos. Lo mismo para el suelo.

Lo arcos de separación del jardín están hechos con clips de oficina y para las hojas he utilizado uno de esos troqueles que han comenzado a venderse recientemente ¡todo un invento!

 El proceso y resultado final podéis verlo en las fotos. Espero haber hecho honor a una pieza tan elegante.

Txusmari Sainz