Una pieza única: «Soy yo»

En septiembre del 2019, comenzaba una nueva temporada en el Teatro Real. Una temporada que empezaba como cualquier otra y que nadie esperaba fuera interrumpida por uno de los organismos más pequeños conocido, el maldito coronavirus.

La primera ópera programada para esa temporada, 2019-2020, fue “Don Carlo” de G. Verdi. Con gran ilusión empezaron los ensayos y allí estaba mi hija Natalia en el papel de Tebaldo, el paje de la princesa de Éboli.

Un día comentándolo con mi amigo Antonio Zapatero, le enseñé alguna foto del vestuario de mi hija y él me dijo, “Es un bonito traje el que lleva, saldría una buena figura” yo me quedé mirándole y le dije que “estaría encantado”.

Acabaron las representaciones, fueron pasando los meses y llegó la maldita pandemia, el estado de alarma y el confinamiento. Cesó toda actividad no esencial y los alabarderos dejamos de reunirnos los jueves.

             Al acabar el confinamiento, quedé con Antonio y Paco para hacer unas fotos de los trabajos hechos en esa temporada. Antonio fue sacando de una caja de cartón un montón de magníficas piezas. En un momento determinado, me mira y saca una pieza, mis ojos la ven y no lo pueden creer. Me quedo literalmente mudo. Es mi hija con el traje de Tebaldo, qué maravilla, que pequeña gran obra de arte!!!!

Al presentarla al resto de los compañeros, todos reconocieron la gran calidad de la pieza y, uno de ellos, me preguntó, “¿Quién la va a pintar?”, mi respuesta fue inmediata, “Evidentemente yo. Nadie la va a pintar con tanto cariño como yo”.

Me puse a ello y para final de julio, unos días en los que Natalia volvía a estar en España se la di. Le encantó. Con una indescriptible cara de asombro mezclado con alegría e incredulidad, dijo: “soy yo”.

Espero que os guste.