Una del Oeste (8/8)

Nacido en 1847 en Maine, Louis es el pequeño de tres hermanos huérfanos de padre, en febrero de 1861 en un accidente se ha caído del caballo y se ha roto el cuello.

Cuando estalla la guerra de Secesión, en abril de 1861, sus hermanos se alistan en el ejército Yanqui para luchar por la Unión. Louis, quiere seguir los pasos de sus hermanos, pero es demasiado joven para alistarse, solo tiene 14 años.

Los primeros años de guerra son duros para los Henderson. Marcus, el mayor, pierde la vida en la batalla de Manasas, el 21 de julio de 1861, mientras que, poco más de un año después, Abraham cae gravemente herido en Fredericksburg. El 14 de diciembre de 1862, una bala rebelde le ha herido en la pierna, está inconsciente y ha sido dado por muerto, pasa demasiado tiempo tirado en el campo, con la herida abierta y sin la atención adecuada. Al ser recogido por los enterradores, para su sorpresa, aun con vida, es trasladado rápidamente a la carpa que hace de hospital de campaña. Los desbordados médicos confederados, a pesar de ser un soldado yanqui, le tratan, pero no pueden salvarle la pierna, se la amputan y piensan que no se podrá recuperar.

Abraham es un tipo duro y a pesar de sufrir altas fiebres durante varios días consigue superarlo. Después de unos meses de recuperación en el hospital militar es internado en un campo de prisioneros. Al acabar la guerra queda libre y vuelve a casa, pero se siente un inútil, se le agria el carácter y se convierte en una persona huraña, irascible y asocial.

Cuando llega la noticia de la herida, amputación e internamiento de Abraham en un campo de prisioneros, Louis ya ha cumplido los 17 años y, al sentimiento patriótico de luchar por el Norte, se une el deseo de venganza sobre los rebeldes que han traído la desgracia a su hogar. Engañando sobre su edad se alista en el 20 de Maine que manda el Coronel Joshua Chamberlain y participa con su regimiento en la decisiva batalla de Gettysburg, 1-3 de julio de 1863. Su regimiento está en Little Round Top, es el último del flanco izquierdo del Ejército de la Unión. Chamberlain y sus hombres soportan los repetidos ataques de la Infantería de Alabama del 15º Regimiento y, finalmente consiguen echar a los del sur con una carga de bayoneta cuesta abajo. Aún quedaran casi dos duros años de enfrentamientos hasta que finalice la guerra.

La madre de los Henderson ya estaba enferma antes de la guerra y tras sufrir tantas desgracias empeora y fallece el 9 de abril de 1865, el mismo día en que el general Lee está firmando la rendición de su ejército ante Ulysses S. Grant en Appomattox.

Louis ya no tiene casi nada que le ate a su casa, solo le queda un hermano resentido que no quiere saber nada de él. Decide reengancharse y pide, si es posible, que le destinen a la frontera, necesita poner distancia de por medio. 

Participa en varias campañas contra los indios. Poco a poco, ante la crueldad y el abuso que se realiza con los nativos su decepción con el ejército se incrementa y está deseando que le llegue la hora de la licencia para dejar esa vida.

En 1880 sale del ejército, quedándose por el oeste. Después de probar varios trabajos poco remunerados y demasiado temporales, un día, por casualidad, conoce a Enzo Schröder con el que rápidamente entabla amistad. Es contratado como vaquero y entra a formar parte del grupo.

La derrota de los indios americanos fue lenta, sangrienta y costosa, más fruto del engaño, la estafa y la mentira que del poder de las armas. Desde luego lo que nos han vendido cientos de veces del indio bobalicón al que se engaña por una caja de güisqui, unas cuentas de cristal o un espejo y que sale corriendo ante un individuo sin afeitar, que escupe en el suelo y no conoce las mínimas normas de educación actuando como un ser superior, no es muy correcta.

Los nativos americanos poseían una unión de raza y lengua, el comercio entre tribus era habitual y su asentamiento muy sólido. Aunque también existen las rivalidades y guerras entre diferentes tribus. No todo es tan idílico y maravilloso como nos han querido vender por el otro lado.

Los indios luchan para no dejarse avasallar y una de sus más importantes victorias frente al ejército de los EEUU se da cuando vencen a George A. Custer (1839-1876), militar formado en West Point, que alcanzó cierto prestigio en la guerra de secesión y que desde 1866 hasta su muerte en Little Big Horn, luchó contra los indios.

Y una fecha para la vergüenza del ejército regular de los EEUU es el año 1890, cuando se produce una matanza indiscriminada de indios sioux al arrasar un campamento en Wounded Knee, donde mueren mujeres, niños y ancianos en un baño de sangre y crueldad perpetrado por el ejército de los US.

A finales del XIX ya existían zonas reservadas para los indios, malas tierras donde les obligan a ser sedentarios y donde están en manos de funcionarios del gobierno en muchos casos corruptos a los que únicamente importa su propio beneficio.   

En la historia de los Estados Unidos ha habido más de 40 guerras con los nativos y muchas más acciones aisladas que han costado la vida a miles de indios, disminuyendo enormemente su número.

Las guerras indias en América del Norte, se extienden desde los tiempos coloniales hasta la mencionada masacre de Wounded Knee y el establecimiento definitivo de la frontera de EE. UU. En general, se resolvieron con la conquista de los pueblos nativos y su asimilación cultural obligada o su ingreso forzoso en reservas.

El número de indios se redujo a menos de medio millón en el siglo XIX por conflictos con los europeos, guerras entre tribus, asimilación, migración a Canadá y México y disminución de las tasas de natalidad. Tampoco podemos olvidar que una de las principales causas de muerte fueron las enfermedades infecciosas transmitidas por exploradores y comerciantes europeos. ​

Ya solo nos queda presentar al último miembro de este variopinto grupo. Es un perro callejero de color negro que malvive comiendo lo que puede y durmiendo en cualquier lugar. El pobre animal ha recibido muchos palos y ha sido víctima de las travesuras de los adolescentes del pueblo. Es un perro huidizo que evita el contacto con los humanos, hasta que se encontró con Henderson.

Louis, cuando buscaba trabajo después de licenciarse, desesperado por no encontrar nada duradero y medianamente bien remunerado se cruza con el perro en un callejón revolviendo en las basuras. El perro le rehúye y se esconde bajo un carro temblando de miedo, siente tanta pena por un perro tan grande y tan desvalido que decide adoptarlo; le cura las heridas, de los palos que le habían dado, le pone por nombre General Jackson y se hacen inseparables.  

Algunas películas que cuentan historias de soldados son:

* Fort Apache (1948): Dir: John Ford. Int: Henry Fonda, John Wayne, Shirley Temple, Pedro Armendáriz, … Owen Thursday es degradado y enviado como coronel a un fuerte fronterizo en el desierto de Arizona. Tendrá que bregar con los apaches y con una guarnición curtida en la lucha con los indios. Cinta épica, la primera de la serie que Ford dedicó a la caballería de los US.

* La Legión invencible (1949): Dir: John Ford. Int: John Wayne, Joanne Dru, Ben Johnson, … El capitán Brittles, antes de jubilarse tiene una triple misión: Impedir las concentraciones de indios que planean la guerra, escoltar a la mujer y la sobrina de su comandante e impedir que un traficante venda armas a los indios. Esta segunda cinta que Ford dedicó a la caballería recibió el Oscar a la mejor fotografía. Una obra maestra donde cada personaje y cada episodio está trabajado con gran solidez e intensidad.

* Río Grande (1950): Dir: John Ford. Int: John Wayne, Maureen O´Hara, Ben Johnson, … En medio de la lucha contra los indios llegan al fuerte del Coronel York, su hijo que ha fracasado en West Point y su mujer dispuesta a sacar al hijo de allí. Un tortuoso reencuentro matrimonial después de años con el trasfondo del fracaso del hijo y la guerra con los apaches.  Algo más floja esta tercera cinta de la trilogía.

* Misión de Audaces (1959): Dir: John Ford. Int: John Wayne, William Holden, Constance Towers, … Un lujo de western con unos excelentes Wayne como un severo coronel que en su misión debe infiltrarse en territorio del Sur y Holden, un médico con buenos sentimientos.

* El Hombre de Laramie (1955) Dir: Anthony Mann. Int: James Stewart, Arthur Kennedy, … Un capitán se hace pasar por comerciante y viaja a México para averiguar quien vendió rifles a los indios que asesinaron a su hermano. Western en el que están claros los buenos y los malos sin más pretensiones.

* Mayor Dundee (1964): Dir: Sam Peckinpah. Int: Charlton Heston, Richard Harris, James Coburn, Jim Hutton, Warren Oates, Ben Johnson, … En un ataque, los apaches se llevan, como rehenes, a unos niños. El mayor Dundee (Heston), saltándose las órdenes, recluta delincuentes y prisioneros confederados para perseguir a los indios, entran en México y también se tienen que enfrentar a los franceses. Intenso western en el que el director muestra su predilección por las escenas violentas.

* El Gran Combate: (1964). Dir: John Ford; Int: Richard Widmark, Carol Baker, Karl Malden, Dolores del Río, James Steward, Edwar G. Robinson, Gilbert Roland. Un grupo de cheyennes expulsados de sus tierras vive en penosas condiciones en una árida reserva de Oklahoma. Tras esperar una solución de Washington que no llega, emprenden un largo viaje hasta sus praderas natales. La caballería sale en su persecución para combatirles y hacerles volver. Es la mayor reivindicación del pueblo indio que se ha hecho en el cine. Retrata el maltrato de los indios americanos por parte de los blancos.

* Soldado Azul: (1970); Dir: Ralph Nelson; Int: Peter Satrauss, Candice Bergen, Donald Pleasence, …. Aborda las guerras indias con toda su crudeza. Película algo simplista en sus planteamientos que abusa de la violencia. En el climax “Soldado azul” muestra específica y gráficamente el horror de la batalla cuando la lujuria de la sangre sobrepasa la razón. El mayor horror de todos es que lo que cuenta como sucedió en la realidad.

* Río Lobo (1970) Dir: Howard Hawks. Int: John Wayne, Jennifer O’Neill, … Cinta que pone de manifiesto rivalidades y habla de venganzas. Al acabar la guerra un grupo de confederados se dedica a robar el oro del ejército yanqui.

* Las aventuras de Jeremiah Johnson: (1972). Dir: Sydney Pollack. Int: Robert Redford, Will Geer, Allyn McLeire. El soldado Jeremías Johnson, hastiado de la civilización, decide dejarlo todo y desertar de la guerra (Mexico-EEUU). Se establece en las inhóspitas Montañas Rocosas, un territorio dominado por los violentos indios Crow donde, con la ayuda de un viejo trampero, aprende a sobrevivir en durísimas condiciones. Naturaleza, aventura, ecología, poesía, soledad, magníficos paisajes, … y western van de la mano. Gran intensidad narrativa y visual. Genial Redford en una búsqueda de uno mismo en este western ecologista sobre la soledad y la supervivencia.

* Bailando con Lobos (1990) Dir: Kevin Costner. Int: Kevin Costner, Mary McDonell, Grahan Greene,… Después de la guerra,  el teniente Dunbar se dirige a un puesto en la frontera. Su soledad le hace entablar amistad con los indios sioux hasta que llegan más soldados y la “civilización”. Magnífica cinta de un debutante en la dirección. En un momento en que el western vive sus horas más bajas, estas tres horas de película rescatan el cine del oeste en toda su dimensión: intimista, épica, pleno de lirismo, excelente banda sonora, muy buena fotografía y un buen alegato en defensa de los indios. Nada más y nada menos que siete Óscar: Película, Director, Guion adaptado, Montaje, Fotografía, Banda sonora y sonido.

*  Se mencionan algunas películas del oeste destacables, no están todas las que son, pero si son todas las que están.

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Chuck Wagon Andrea Miniaturas: El soldado veterano 

Esta figura se compone de ocho piezas, brazos, piernas, tronco y cabeza, el sombrero y el cinturón con el revólver descansan en el suelo.

 Conserva varias prendas de su pasado militar: botas de caña, sombrero negro al que ha quitado las insignias y pantalón azul con raya amarilla que denota que llegó al oficio de cabo. Completan su indumentaria camisa mostaza, chaleco de cuero marrón y pañuelo blanco. 

Louis está disfrutando de una taza de café que sostiene en su mano derecha y tiene cerca un plato de bacon y huevos revueltos. También, para cuando termine de comer, al alcance de su mano, está su pipa y la tabaquera.

A su izquierda hay un hacha pues hace un rato estuvo cortando leña para el fuego. Detrás, bajo la mesa de Burney, por si cae algo comestible, está General Jackson el perro que adoptó y se ha convertido en su fiel amigo.

El perro es de Andrea Miniaturas y viene en dos piezas de metal. 

 Alejandro Labourdette