Un caballo en libertad

Como resultado del curso que impartió Julio Cabos en las instalaciones de Alabarda el pasado mes de mayo, casi acabé el caballo con el que seguí sus enseñanzas (Chronos en 54mm).

Me surgía la oportunidad, pues, de incluirlo en alguna escena con una figura, pero el caso es que también me llamaba la atención el presentar sólo la figura del caballo en una peana con un terreno debidamente ambientado. Para afianzar esta idea, poco tiempo después de acabar el curso, decidimos regalar a nuestro querido tesorero Alejandro la copia que pintó Julio en el curso, y que se encargó de ambientar debidamente David Hernanz, en una peana con un pequeño pero elaborado terreno. Después de ver el magnífico resultado conseguido por David lo tuve más claro.

La técnica de pintura empleada en la figura del equino puede seguirse en el artículo que ya redacté sobre el curso en sí (http://www.alabarda.net/blog/pintura/pintura-caballos-con-acrilicos-en-tecnica-mixta-aerografo-y-pincel/)

Al caballo le añado a su cuello una cuerda que nos aportará información al título de la escena y, dicho sea de paso, nos disimula la junta que aun después de enmasillar y pintar, se observa levemente.

En cuanto al escenario, aunque es sencillo lleva su elaboración. Por un lado cuento con una magnífica peana (de Dino Pivato), que creo que por su confección y corte le va al pelo a una representación algo más “salvaje” de lo acostumbrado. Seguramente hubiera quedado igual de bien con una figura de un indio americano o un vikingo o, como en este caso, de un animal.

Para cubrir el suelo me hago previamente con una alfombra de hierba autoadhesiva, para cortarla a la medida de la peana e ir añadiendo determinadas fibras de hierbas sueltas, hojas secas y una pequeña rama con algo de musgo que le aporta un color vivo pero creíble a la escena, así como alguna piedra. Varias de estas cosas son del cajón de sastre que solemos tener en casa.

Para hacer el letrero opto por cortar simulando la rotura del mismo, un trozo de listón de madera de balsa. Para la elaboración de las letras del letrero, imprimo con determinado tipo de letra en impresora laser, recorto a la medida del letrero, y pego con cola blanca, posteriormente trato el conjunto con diversos lavados y toques de pintura para darle un resultado mínimamente creíble. Para finalizar cubro todo con alguna pasada del barniz ultramate de AK, que tan buen resultado ha dado siempre, diluido con un poco de agua.

 En resumen una figura diferente con un escenario y una peana que le va al pelo. Y lo que es muy importante, y a veces no hacemos, una figura acabada de un curso y aprovechada en su totalidad, pues no es la primera vez que tras un curso la figura que hayamos utilizado para tratar de asimilar las enseñanzas aprendidas, acaba en la vitrina esperando una ubicación definitiva.

Luis Garcia