Txapelgorri (Guerras Carlistas)
Durante los últimos meses, quizá algo más de un año hemos visto por concursos y últimamente en la exposición homenaje a Augusto Ferrer Dalmau, infinidad de extraordinarias figuras de Carlistas ambientadas en cualquiera de las tres guerras denominadas así durante el siglo XIX, pero… ¿y qué hay de los Isabelinos o nacionales?? Ellos también son hijos de Dios y había que rendirles un pequeño homenaje aunque sea en forma de desertor carlista….
Se trata de un Txapelgorri, llamados así por la típica boina roja que llevaban, aunque también se les conocía con otro nombre, que los más futboleros sabrán reconocer, “peseteros”. Si amigos, la famosa acepción pesetero, tan de moda en nuestro deporte rey se remonta a esta época puesto que este era el salario diario que recibían los desertores carlistas que se pasaban al bando nacional, que a decir verdad, era un muy buen jornal.
Centrándonos en la figura, os puedo decir que ha sido modelada por un buen amigo murciano, Antonio Messeguer, que ha vuelto a hacer las delicias de un servidor con un modelado extraordinario tanto en pose como en naturalidad y calidad de los detalles, en fin una obra de arte de la que me siento muy orgulloso al haber podido pintar.
Volvemos al monocromatismo …
Hace poco pinté un alpinista austriaco que llevaba un uniforme azul prácticamente en todas las prendas, ahora me encuentro en una situación similar pero con tonalidades rojas.
En la documentación que me proporcionaron para pintar la figura y a petición expresa del coleccionista, quería que los tonos de la guerrera y el pantalón fuesen distintos pero sin grandes estridencias, en este caso al contrario que con el alpinista no tuve tanto problemas puesto que el rojo es un color con el que me siento bastante a gusto y no me produce tantos quebraderos de cabeza.
Para la chaqueta utilicé un tono más anaranjado que le iba mejor a las vueltas, puños y cuello amarillos de la guerrera, mientras que para el pantalón me decanté por un rojo más vivo ya que la postura de las piernas ayudaba a remarcar más el color. La guerrera lleva un porcentaje más alto de colores de la marca Andrea Miniatures que son muy mates pero los hace más apagados, mientras que el pantalón esta hecho en su mayoría con colores de Vallejo y la finalización con colores de la marca Golden, que aunque tienden a satinar bastante, tienen un pigmento muy saturado y le da mucha vida al color.
Para el terreno, busque fotos del bosque de Irati en Navarra para inspirarme y para aumentar la fuerza del rojo sin tener que subir más las luces, utilicé tonos verdosos para todo el terreno, simulando la frondosidad y colorido de los bosques de norte.
Esto es todo amigos, pronto un articulo de mi primer busto…
Si habéis llegado hasta aquí, gracias ¡!!!