Tambor de Granaderos de la Guardia Real

Al morir en 1833 el Rey Fernando VII y pasar los derechos sucesorios a su hija Isabel  tras cambiar la Ley Sálica en la que se derogó la imposiblidad de reinar a una mujer, el hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro, desencadenó por la negativa a tal hecho  la primera de una serie de conflictos fraticidas que asolaron España durante todo el siglo XIX.

El Ejército Español se preparó a combatir a un enemigo duro y hecho al sufrimiento, los denominados a partir de entonces, Carlistas. Una de las muchas unidades que combatió en primera línea desde el primer momento fue la Guardia Real.  Articulada en regimientos de Infantería, Caballería y Artillería, era de las mejor preparadas y organizadas de todo el Ejército. Sus miembros se elegían entre los militares más sobresalientes de los Regimientos del Ejército. Físicamente los mejores y además con una  fidelidad a la Corona y valentía reconocidos.

Entre ellos, el que representa esta figura, un tambor de Granaderos de la Guardia Real durante los primeros meses de inicio del conflicto. Conservando todavía los vistosísimos uniformes de la época de paz, pero sustituyendo por necesidades prácticas los altos gorros de pelo por la más práctica gorra de cuartel.

Con esta figura, modelada en 54 mm. con masilla Epofer quería representar un tambor joven, recién ingresado en la milicia.  Con cara juvenil, pero ya con gesto duro y cansado, del que ha visto de cerca el horror de aquellos combates en el Norte.

Espero que esta modesta figura sirva sobre todo para “picar” la curiosidad a los que la vean de la inmensa riqueza histórica,  militar y uniformológica que tenemos en España.

Antonio Meseguer