Ronin
Tenía muchas ganas de pintar esta estupenda miniatura de Andrea Miniatures desde hace ya tiempo, y la verdad es que me ha parecido muy didáctica a la hora de pintarla. Es una figura que no está sobrecargada de detalles, que es una cosa que suele cansarme a la hora de pintar pero tampoco es sosa.
La figura son 6 piezas de metal: los dos brazos, las piernas, el torso, las vainas de las espadas y una base.
Como ya he comentado en otros artículos, soy un gran aficionado a los tebeos, y suelo fijarme en sus esquemas de colores, ambientación y demás a la hora de afrontar cada proyecto. En este caso, me inspiré en los mangas de Usagi Yojimbo, escritos por Stan Sakai. El esquema no es muy atrevido, pero me gusta como funciona, negro para los pantalones, y azul intenso y blanco para el haori del torso.
La piel está pintada con el set de pinturas de pieles de Andrea, mezclado en su color base con un poco de rojo para darle más vida a la figura.
Una vez más, utilizo diferentes tipos de contrastes, no sólo con colores opuestos en el círculo cromático, sino también jugando con barniz brillante en algunos puntos de la miniatura, como en las vainas del daisho.
Rematé la figura manchando sus pies con pigmentos de Vallejo (este vídeo explica cómo https://www.youtube.com/watch? v=16sd_QzQFXs), para que diera la sensación de que ha caminado hasta llegar a este lugar.
La base es un elemento muy llamativo en la escena. He tratado de inspirarme en los trabajos de Oliver Spaeth. Se divide en tres partes:
- La roca donde se asienta la escena: es un pedazo de corteza de pino pintado en grises y azules para que quede acorde con el esquema del ronin.
- El agua: creada con agua epoxi bicomponente de AK interactive (en este vídeo explica cómo https://www.youtube.com/watch? v=gfU-FmefKs0) y rematada con water texture de Vallejo y un poco de algodón.
- El árbol: Junto al Ronin es el elemento que más destaca, y es que he aprovechado el otoño y su color rojo saturado y marrón para que contraste con el azul del kimono, ya que son complementarios. Además, encuadra la escena con su verticalidad, casi paralelo a la lanza.
Por último, y como guiño a Usagi Yojimbo, añadí un pequeño conejo de la marca Mantis pintado en blanco y escondido entre los matorrales.
¡Espero que os guste!