Operation Konrad, Budapest 1945
El Sitio de Budapest duró desde el 29 de diciembre de 1944 hasta el 13 de febrero de 1945, y tuvo como resultado la captura de Budapest por parte del Ejército Rojo de los defensores alemanes, que incluían a tropas de las SS y fuerzas húngaras, durante la Segunda Guerra Mundial. En términos de bajas, se puede comparar con las sangrientas batallas de Berlín y Stalingrado.
Dentro de esta batalla, tuvo lugar la conocida Operación Konrad, por parte del ejército alemán. Desesperado, Hitler ordena que se inicie la Operación Konrad, cuyo objetivo es liberar Budapest, para lo cual se sacan recursos del frente de Varsovia, sin siquiera consultarle al comandante del mismo.
En la noche de Año Nuevo, las tropas alemanas lanzan ataques desorganizados contra el cerco soviético con vistas a encontrar puntos débiles. Al mismo tiempo, tropas de las Waffen-SS irrumpen dentro de la ciudad contra el oeste, con el deseo de contactar a las tropas fuera de Budapest.
El 3 de enero, cuatro divisiones soviéticas repelen a los atacantes alemanes, que estaban a 20 km. del centro de la ciudad. El 11 de enero, los alemanes recuperan el aeropuerto de la ciudad, encontrando a 45 languidecientes soldados de las Waffen SS. En este lugar podían hacer contacto radial con los desesperados defensores. Sin embargo, el 12 de enero Hitler cancela la operación Konrad y los alemanes se retiran.
El 15 de enero, la guarnición de Budapest anuncia por radio que ya no tiene recursos para seguir luchando. Ese mismo día, la Luftwaffe arroja 6 toneladas de suministros sobre la ciudad, suficientes para prolongar la agonía alemana unos días más.
El 17 de enero, Hitler accede por fin a desocupar completamente Pest, el tráfico por los puentes sobre el Danubio se colapsa ante la cantidad de gente huyendo a Buda. Cinco históricos puentes son dinamitados después de la evacuación, a pesar de las quejas de la población de Budapest.
El 20 de enero, otra ofensiva de las SS al sur de la ciudad logra llegar cerca del Danubio, alterando el tráfico soviético. Stalin ordena a sus hombres resistir y no ceder ningún metro del terreno. Dos Cuerpos de Ejército alemanes llegan al lugar de batalla e intentan avanzar hacia Budapest, que está a 20 kilómetros, pero sin reservas ni recursos suficientes la ofensiva alemana fracasa de nuevo. Los defensores de Budapest piden permiso para retirarse, pero Hitler se lo niega.
El 28 de enero, las tropas alemanas son obligadas a retirarse, los 70.000 defensores quedan por su cuenta, 11.000 de ellos están heridos. Ésta sería la última ofensiva alemana de relativa importancia en la Segunda Guerra Mundial; desde entonces Alemania combatiría a la defensiva.
El 30 de enero, Hitler recibe el siguiente mensaje de Budapest: «La gente perdió toda la esperanza».
La figura refleja a uno de esos soldados de las SS, a 20 km. de Budapest, esperando las órdenes de Hitler preparando una pequeña fogata para combatir el intenso frio.
Se trata de una referencia de la marca Mantis, muy similar en cuanto a modelado y calidad de resina a la más popular marca Alpine; esta figura a mi manera de ver, solo con cambiarle la cabeza por una de Hornet, se convierte en una figura perfecta para pintar y situarla en un terreno nevado con unos carteles al fondo.
La cabeza elegida en esta ocasión tiene un gesto y expresión muy marcados, casi como si estuviera hablando con el espectador, detalle que me facilitó mucho el trabajo de pintura, aunque hay que marcar perfectamente este gesto a la hora de pintar. Al tener tanto la cabeza como la gorra ladeada, se puede simular muy bien el efecto de la sombra de la visera sobre el rostro, quedando así más iluminada la parte izquierda del soldado, rompiendo un poco la simetría en cuanto al esquema típico de luz cenital.
Esta vez he elegido para la decoración del abrigo o parka un camuflaje que aun siendo muy popular por toda Europa, me parece muy atractivo y aunque ya ha sido representado por otros autores no se ha visto demasiado en figuras. Se trata del tipo camuflaje italiano, compuesto por un color gris verdoso de fondo con manchas sinuosas y marcadas en marrón y amarillo oscuro. Como complemento a este camuflaje, decidí pintar el pantalón en blanco y no en otro tipo de camuflaje, para que destacara el trabajo general.
El terreno es sencillito, compuesto de nieve, un par de troncos con musgo y unos carteles indicadores. Estos últimos están pintados a pincel simulando madera vieja y los rótulos también a mano siguiendo fotos y documentación propia de la época. El detalle de la pequeña fogata a punto de encenderse la saqué también de una foto de una recreación de una batalla; realizada mediante pequeñas ramitas seleccionadas y cortadas a medida, una de estas ramitas se la coloqué en la mano a la figura, englobando así con este detalle, todo lo necesario para contar algo en tan pequeño espacio.
Os animo a que, quien no lo haya hecho todavía, os animéis a pintar una figurita de este tamaño y época, que junto con una pequeña ambientación da como resultado un conjunto muy particular y evocador.