Oficial de Infantería en Fernando Poo. 1860

Las posesiones españolas en el Golfo de Guinea comprendían varias islas: Fernando Poo, Annobon, Corisco, Elobey y una parte del territorio continental de dicho golfo.

La isla de Fernando Poo es la más importante de dicho Golfo y la primera en ser colonizada por España, descubierta a finales del siglo XV.

La presencia militar en este territorio empieza a ser efectiva a partir de mediados del siglo XIX, tras descubrir el gobierno de la época que las islas habían sido “ocupadas” por comerciantes y población británica (primer paso para el envío de tropas y la apropiación “porque si” por parte de los Ingleses). Esto sirvió para que se tomara conciencia de estos territorios y tras expulsar a los súbditos de la Gran Bretaña se comenzó un proceso colonizador empezando por elaborar una cartografía de la zona y la concienzuda exploración de todo el territorio. Lo cual se desarrolló a lo largo de los años cuarenta del siglo XIX.

En 1856 se organizó una expedición religiosa para proceder a la evangelización de los nativos.

En 1858 para la guarnición de estas islas fue organizada una compañía de infantería compuesta por dos capitanes, dos tenientes, dos subtenientes, un segundo ayudante medico, un maestro armero, un sargento primero, seis sargentos segundos, nueve cabos primeros, nueve cabos segundos, un corneta, un tambor, ocho músicos y 122 soldados.

Esta compañía tomó la denominación de “Compañía de Infantería de Fernando Poo”. Al frente de ella estaba un teniente coronel.

1862 Fernando Poó – Soldado, Santo Domingo – Teniente (de gala), Santo Domingo – Soldado (con poncho) –
Album de la Infantería – Conde de Clonard

La figura representa a un capitán de dicha compañía con el uniforme de gala, quizás un día de los marcados como festivos en la península (Cumpleaños de la Reina, Santiago Apóstol, Corpus Christi, etc.). Lo más importante en su uniforme es la adopción a partir de 1858 del Ros, la nueva prenda de cabeza que sustituyó al pesado morrión.

Nuestro oficial viste el mismo uniforme que se usaba reglamentariamente en España, con la sola concesión al clima tropical, del uso continuo de los pantalones de piqué blancos (que en la Península sólo se usaban en verano). Así mismo, también lleva desabrochada la casaca dejando ver el chaleco.

Para diario, no obstante usaban un uniforme más práctico, confeccionado con telas ligeras de guingón y sombrero de paja.

Aún así, como el calor y la humedad del ambiente son altas nuestro oficial ha decidido usar un paipay para aplacar estos efectos.

La figura ha sido esculpida en su totalidad a partir de un armazón de alambre de cobre a una escala de 70mm. La parte de la escalera del edificio colonial se ha confeccionado usando plasticard y madera de balsa.

La pintura ha corrido a cargo de mi buen amigo y compañero, Bernardo González Paños, que con su maestría habitual ha conseguido dar vida a este capitán de la compañía de Infantería de Fernando Poo.

Antonio Meseguer