Lobo Solitario y su Cachorro

Lucas Pina me volvió a enamorar con esta miniatura. Un Samurai con un chiquillo a la espalda, mirada desconfiada y katana preparada…
Analicemos las referencias de esta figura, que son unas cuantas.

Lobo Solitario y su Cachorro: la fuente original
Lobo Solitario y su Cachorro es una traducción de «Lone Wolf and Cub» (子連れ狼), una famosa serie de manga japonesa escrita por Kazuo Koike e ilustrada por Goseki Kojima.
Publicada entre 1970 y 1976, es un manga con calificación para adultos donde Itto Ogami, el albacea oficial del Shogún es traicionado y obligado a huir junto a su hijo de escasos años, Daigoro, por los rincones de Japón. Durante su recorrido, ambos personajes buscan su redención y venganza hacia quienes les traicionaron pero, los autores aprovechan este épico peregrinaje para mostrarnos el Japón más costumbrista y nos enseñan cómo era la vida durante la época dorada de los Samurai en aquel lejano país.

Esta obra maestra fue adaptada al cine en películas life action y animes y ha servido de inspiración para otras obras, como Camino a la Perdición, de Tom Hanks y Paul Newman, Logan, de Hugh Jackman, el exitoso videojuego Last of Us o, más recientemente, en la serie de Star Wars el Mandaloriano, de la que pasamos a hablar a continuación.
El Mandaloriano.
El eco de la obra de Kazuo Koike y Goseki Kojima ha resonado hasta en una de las franquicias más importantes del cine, Star Wars, en la serie de 3 temporadas The Mandalorian.
Esta historia nos sitúa en la línea temporal tras los acontecimientos del Retorno del Jedi y nos narra la historia de Din Djarin, un cazarrecompensas que vaga por la galaxia junto a un hijo adoptivo Grogu. .

Din Djarin, igual que en el caso de Itto Ogami, recorre su entorno enseñándonos diferentes conflictos que suceden a su alrededor y donde ellos consiguen (o no) resolverlos. Coinciden con diferentes personajes que son recurrentes en la serie, tanto aliados como antagonistas, y todo confluye poco a poco en una trama principal que va cebándose con el paso de los capítulos.
Grogu (o Baby Yoda, como es comúnmente conocido) es el homónimo en esta serie a Daigoro, el hijo de Itto Ogami. Pero esta vez, el diseño del personaje tiene ese aspecto de rana que tenía el referenciado maestro Jedi Yoda.
Esta apariencia de anfibio es la que, sospecho, ha invitado al escultor, Lucas Pina a diseñar el hijo-tortuga de su miniatura pero, ¿por qué una tortuga…?

Los Kappa y el folclore japonés.
Y es que, aunque realmente parezca una tortuga un poco antropomorfa, como las de los comics de las tortugas ninja, en realidad, lo que el samurai porta a su espalda es un Kappa, un demonio del folclore tradicional japonés.
Los kappa eran demonios que solían encontrarse en ríos, lagos y estanques, cuya personalidad varía desde traviesos a peligrosos. Su aspecto se asemeja al de una tortuga antropomorfa, del tamaño de un niño de 10 o 12 años y están obsesionados con comer pepinos.

Lo más peculiar de los Kappa es que su cabeza tiene una cavidad llena de agua. Este líquido es su fuente de poder y, si se derrama, el Kappa se debilita e incluso puede morir.
A pesar de su reputación de criaturas peligrosas, los Kappa tienen un código de honor peculiar: si un humano les hace una reverencia, están obligados a devolver el gesto. Al hacerlo, derraman el agua de su cabeza y quedan indefensos, lo que los convierte en un enemigo curioso y, a la vez, predecible.
El uso de un Kappa en la miniatura de Lucas Pina podría simbolizar el vínculo entre lo humano y lo mitológico, o quizá simplemente sea un homenaje al imaginario japonés. Sea como sea, su presencia añade una capa extra de misterio y fascinación a la figura.
Desde el clásico manga Lobo Solitario y su Cachorro hasta The Mandalorian, pasando por los mitos tradicionales japoneses, esta miniatura es un reflejo de historias que han perdurado a lo largo del tiempo y la cultura.
La escultura de Lucas Pina captura con maestría el espíritu de estas narrativas, dándonos una representación única que mezcla el honor del samurái, la aventura del vagabundo y el misterio de lo sobrenatural..
– ooOoo –
La miniatura
Puestos ya todos en contexto de la obra que tenemos entre manos, paso a comentar mi enfoque particular de la misma y qué y cómo he tratado de transmitir con ella.

- El planteamiento:
En la serie de El Mandaloriano, vemos a Grogu jugar en varios capítulos utilizando la Fuerza con una pelotita plateada que forma parte de los mandos de la nave del cazarrecompensas. Mi pareja, acertadamente, me sugirió añadir dicha pelotita a la escena, ya que en la miniatura, pareciera que el Kappa estuviera también jugando con algo que el espectador no puede ver.
Añadí el torii (puerta tradicional, generalmente de madera, que marca la entrada a un santuario o simboliza la transición del mundo terrenal al sagrado) para, mediante un perno, incluir dicha pelotita y hacerle un guiño extra a la serie.


Por desgracia, finalmente descartamos la idea ya que el perno era demasiado largo y no quedaba tan chulo como se veía en la idea original.
No obstante decidí dejar el torii en la escena ya que creo que contribuye positivamente al encuadre de la miniatura. Si tenemos en cuenta que el foco de atención debe ser el niño, así es como queda “dibujada” con las líneas que sugiere el busto:

- Colores:
Siguiendo con el objetivo de llamar la atención sobre el Kappa, todos los colores (excepto el rojo, del que hablaremos a continuación) son fríos, saturados en sombra y desaturados en las luces; sin embargo, el verde del niño es cálido, desaturado en las sombras y saturado en las luces, con amarillo para añadir más tonos cálidos en esta parte y que sea llamativo para el espectador.

- El rojo:
En la figura hay repartido un poco de rojo muy saturado y llamativo en zonas muy específicas para hacer un encuadre visual diferente:

El rojo es el color cálido más próximo (análogo) en el círculo cromático a los colores fríos del Samurai, en concreto al morado del kimono, esto hace que contraste en temperatura, pero no tanto en tono.

- Últimos detalles:
Para terminar, pinté el mon (emblema) del clan del ronin (seguramente de un clan caído en desgracia, o aniquilado en cualquier guerra), los pepinos y la calabaza del petate que acarrea a su espalda. Añadí un poco de agua artificial en la cabeza del Kappa, con algunas gotas salpicando por el movimiento y, finalmente, el título en el plinto de la figura donde puede leerse “El Lobo Solitario y su Cachorro” con kanjis japoneses.

No puedo cerrar este artículo sin antes agradecer a mis compañeros de Alabarda Luis Tramón, Roberto Rodriguez y Alfonso Florén su ayuda, paciencia y lecciones, que me hacen sentirme cada vez más cómodo y orgulloso de mis obras.



Espero que os guste el resultado tanto como he disfrutado yo con este trabajo 🙂
Víctor Núñez.