La Guerra de Secesión contada por sus protagonistas

Figura: Soldado confederado del 17º de Alabama. Elite miniaturas, ref: 54/06

PROLEGÓMENOS

                “Una casa dividida contra sí misma no puede permanecer en píe”

 Abraham Lincoln, en un discurso de junio de 1858.

                “Las hostilidades políticas de una generación se encontraban ahora frente a frente, con armas en vez de palabras.”

General confederado Pierre G. T. Beauregard.

UNA NACIÓN MARCHA A LA GUERRA

                “Éramos… todos felices y confiábamos en volver a casa cuando acabara la guerra… Poco nos importaba lo que nos esperaba. Íbamos camino al sur a cumplir o morir” 

Soldado Jefferson Moses, en una anotación en el diario al alistarse.

                “Siento un pavor mortal ante el campo de batalla… Temo que los lamentos de los heridos y los moribundos me hagan flaquear y, sin embargo, espero y confío en que me sea dada la fuerza para aguantar y cumplir con mi deber”

Soldado Edward Edes, en una carta a su padre antes de entrar en combate.

                “Los Yanquis tenían pocos motivos de queja en lo tocante a la calidad de la ropa que recibían del intendente”

J. G. Randall, miembro de grupo de reconstrucción histórica.

PRIMEROS ENFRENTAMIENTOS

                “Una tropa variopinta, pero luchaban como demonios.” 

Soldado federal, describiendo al ejército confederado.

                “El brillo de una luna pálida reveló la triste carnicería del día, y los horrores de la guerra quedaron vívidamente esclarecidos.”

Coronel confederado D. Urquhart, después del primer día de batalla.

                “Se trató de la batalla de los aficionados, la batalla en la que todo fue mal, el gran día del despertar de toda la nación, el Norte y el Sur juntos. Marcó el final de la milicia de 90 días, y también acabó con los días de rosa en los que los hombres podían soñar que la guerra podía ser corta, gloriosa y sin sangre.”

Historiador norteamericano Bruce Catton, en el relato de la batalla 1ª del Bull Run, 1861.

                “… el general Toombs alcanzó la meseta en primer lugar, avanzando directamente hacia las baterías enemigas. Estas maniobras se hicieron bajo un fuego letal, que esos bravos soldados aguantaron sin tener la ocasión de devolver un solo disparo.”

General confederado D. R. Jones, ataque a la colina de Malvern, julio 1862.

                “Los confederados habían caído como la hierba bajo la guadaña”

Charles Coffin, periodista que describe el final de la batalla de Antietam, septiembre 1862.

EL PRINCIPIO DEL FIN PARA EL SUR

                “… libramos una dura batalla cerca de Gettysburg… Nosotros fuimos el día 3 y casi todos los hombres de nuestra división resultaron heridos o muertos … Jon y yo salimos sanos y salvos … una bala atravesó mi manga pero sin herir mi brazo. Jon y yo estuvimos cerca de ser apresados… cuando vi que nos estaban rodeando le dije a Jon que podíamos correr para intentar alejarnos de ellos y nos escapamos haciendo eso, mientras muchos de nuestros chicos que estaban con nosotros dejaron que los Yankees los capturaran.”

 Soldado James Booker, en una carta en que habla de la batalla de Gettysburg, julio 1863

                “Los muertos, moribundos y heridos son indescriptibles. Se amontonan apilados en Brest Works y a lo largo de kilómetros se extienden como sacos de harinaen campos de cosecha (hombres, caballos, mulas, cañones rotos, ajustes, cornetas, tambores, espadas y mosquetes extendidos por los campos de grano pisoteados). La visión más horrible que jamás haya visto un hombre”

Soldados de Wisconsin, en una carta después de la batalla, Gettysburg, 1863.

                “Los hombres y oficiales a sus órdenes han dejado escrito el nombre de Virginia a una altura donde nunca había sido escrito antes.”

General Robert E. Lee al mayor general George Pickett después del fracaso de “La carga de Pickett” en Gettysburg, 1863.

LA GUERRA CONTINÚA

                “¡Zas!, y cae el soldado Robertson. Se vuelve, sonríe y muere. ¡Zas!, el cabo Cray recibe un tiro en el cuello. ¡Retroceded!, Digo yo. ¡Zas!, ¡Zas!, ¡Zas!, caen tres más. La presión es terrible.”

Soldado rebelde, describiendo un ataque en el que los confederados avanzan con valentía, Chickamauga, 1863

                “El terrible fragor de los fusiles, los gritos del enemigo, y los vítores de nuestros hombres sonaban constantemente en nuestros oídos.”

Mayor General federal H. Alexander Stewart Webb,  después de Wilderness en mayo 1864

LA RENDICIÓN DEL SUR

                “Con gran dolor anuncio a Su Excelencia la rendición del ejército del Norte de Virginia”

General confederado Robert E. Lee, en un informe al Presidente Jefferson Davis

                “Creo que es deber de cada ciudadano, en la situación actual del país, hacer todo lo que esté en su mano para contribuir a la restauración de la paz y la armonía”

  Robert E. Lee, 24 de agosto de 1865

                “Creo que el Norte luchó esa guerra con una mano detrás de la espalda… Si hubiera habido más victorias sureñas, muchas más, el Norte simplemente habría sacado la otra mano de detrás de su espalda. No creo que el Sur tuviera ninguna opción de ganar”

Historiador sureño Shelby Foote, en un análisis del enfrentamiento fraticida.

                “Entonces llegó el calor abrasador del verano, cunado la sangre se secó en nuestras venas, cuando nuestras almas famélicas erraban haciendo sonar el crujido de las articulaciones y el traqueteo de los huesos, cuando muchos se volvieron locos o idiotas y muchos otros, que temían la locura, cruzaron deliberadamente la línea entre la vida y la muerte y se sentaron en el suelo, esperando a ser disparados.”  

Capitán H. R. Hubbard, recordando su experiencia en el campo de prisioneros de Andersonville. 

ENCARANDO EL FUTURO DE LA NACIÓN

                “Cuán horrible es la guerra… llena nuestros corazones de odio en vez de amor hacia nuestros vecinos.”

General confederado Robert E. Lee

                “Tengamos paz”

General Ulises S. Grant, en una carta en la que aceptaba su nominación a la Presidencia de los Estados Unidos

Alejandro Labourdete