Guards Camel Corps, Sudán 1885

Este cuerpo fue una fuerza de apoyo creada casi exclusivamente para intervenir en el rescate del general Gordon asediado por los derviches en la ciudad sudanesa de Karthoum. Estaba compuesta por unidades de la Guardia Household Cavalry, unidades de caballería regular y Royal Marines, que actuaron como infantería montada.

En enero de 1883 Mohamed Ahmed capturó la ciudad El Obeid, y en noviembre de ese mismo año venció a un ejército de 10.000 hombres comandados por el Coronel inglés William Hicks llegado desde Egipto. Mientras, su emir Osmar Digna derrotaba a 4.000 egipcios cerca de Suakin, y capturaba al gobernador británico de Bahr el Ghazal enviándolo a Omdurmán. El general Gordon fue enviado desde Egipto con instrucciones de aplastar la revolución, siendo sitiado por el Madhi:  las vacilaciones del gobierno inglés le permitieron ocupar Karthoum el 26 de enero de 1885, dando muerte al general y a toda su tropa, causando de esta manera la mayor derrota de las fuerzas británicas en África.

El asedio a Kartthoum

El asedio de Karthoum fue un episodio bélico que se encuadra dentro de la colonización de Sudán por las tropas británicas, también conocida como la Guerra Mahdista. Esta batalla se desarrollo entre el 13 de marzo de 1884 y el 26 de enero de 1885. La batalla tuvo lugar en los alrededores y el interior de la ciudad de Karthoum, actual capital de Sudán y se libró entre fuerzas anglo-egipcias capitaneadas por el general Charles George Gordon y un ejército mahdista sudanés liderado por Muhammad Ahmad. Karthoum fue asediada por los mahdistas mientras una guarnición de unos 7.000 hombres entre anglo-egipcios y milicias locales sudanesas que la defendían. Tras más de diez meses de combate, las fuerzas sudanesas penetraron en la ciudad y aniquilaron a toda la guarnición.

Cuando me encargaron la pintura de  mi versión de este fantástico busto, modelado genialmente por amigo Antonio Meseguer, me gustó muchísimo, en cuanto le vi. Es un busto de corte clásico en cuanto a modelado con un tamaño perfecto que permite trabajar con varias técnicas pictóricas para poder dotar de vida el rostro y ser muy suave en la decoración del resto, para acercarse lo más posible a la realidad.

Bien, en este artículo no pretendo contar pormenorizadamente todas las mezclas que he usado, ni los colores que las componen, puesto que pienso que hay un par de técnicas que he usado en este busto, que son más interesantes y que pueden arrojar una mayor claridad a quienes empiecen en este mundillo, así como a los ya avezados para que todos puedan encontrarlo atractivo. De todas formas, al final incluyo un cuadro de colores, con las mezclas usadas en la decoración de esta pieza.

El busto viene divido en dos piezas, lo que hace mas cómodo su montaje; por otro lado, y como gusto personal, creo que el salacot debería haber estado separado de la cabeza para una mayor facilidad al pintar del rostro.

 Después de analizadas las piezas en búsqueda de rebabas o imperfecciones en la resina -que brillaban por su ausencia- imprimé todas las piezas en el habitual gris medio, aplicado con aerógrafo. Una vez hecho esto, preparé las bases del color Gris Azulado para la chaqueta, el Caqui para el salacot aplicándolas a pincel; luego veremos por qué doy una primera capa de color a pincel, pudiendo hacerlo directamente con el aerógrafo.

Una de las técnicas que quería comentar es la de la pintura de grandes superficies con aerógrafo, que aunque no es nada nuevo ni mucho menos complicado, aunque hay muchos que le tienen miedo a este aparato y lo cierto es que “no es tan fiero el león…”.

Desde mi experiencia, he de decir que habiendo probado 2 ó 3 aerógrafos, considero que el mejor es el H&S Evolution 2 en 1, puesto que dispone de boquillas y agujas intercambiables de 0,4 milímetros para las pinturas acrílicas (Vallejo, Andrea, Scale Color, Citadel, etc.), y de 0,2 para pinturas más liquidas o formuladas para esta herramienta, así como dos copas intercambiables de distinta capacidad, dependiendo de lo que vayamos a aerografiar. Aparte, un desmontaje y limpieza, realmente rápidos y sencillos, aunque cualquier aerógrafo que posea aguja/boquilla de 0,3 ó 0,4 puede servir perfectamente.

 Foto1

Foto2

Y comentada esta parte técnica, pasamos a la pintura en sí. Dada la forma de aplicar la pintura pulverizada, me he encontrado -en ocasiones- con que si pulverizo directamente sobre la imprimación la capa de pintura recibida no es todo lo lisa (pulcra) que yo pretendo, pero si aplico primero una capa a pincel, sin necesidad de cubrir 100%, sí obtengo los resultados óptimos que busco para poder trabajar después con el pincel. Otra de las dudas que más habituales es el tema de la dilución de la pintura con respecto al diluyente. Pues bien, mi forma de utilizarlo en la siguiente: en un pocillo limpio de la paleta hago la mezcla de pinturas, (con muy poco agua, casi como salidas de los botes), para obtener el tono deseado. A continuación, en la copa del aerógrafo vierto diluyente (Andrea, Scale75…), aproximadamente 1/4 de su capacidad y, posteriormente, con un pincel grande y limpio recojo la pintura del pocillo y la pongo en la copa hasta los 3/4 de su capacidad, removiéndolo todo bien. Seguidamente con el mismo recojo un poco de la mezcla y la escurro a modo de gota por el sobrante de la copa del aerógrafo; si la mezcla es correcta, debe quedar un rastro en la pared de la copa, similar a cuando bebemos un vaso de leche y lo dejamos en la mesa; es decir, manchada pero con la transparencia suficiente para ver el metal de la copa.

Foto3

Foto 4

Foto 5

Foto 6

Foto 7

 Bien, tras la teoría, pasamos a la práctica. En las fotos 1 y 2 se puede apreciar la chaqueta con la base aplicada. Posteriormente, vamos iluminando la mezcla base y aplicando rociadas generales – desde arriba con el aerógrafo y el busto colocados en línea – (fotos 3, 4, 5, 6 y 7). Para mayor comodidad es conveniente anclar el busto a un taco de madera o bien a la propia peana final protegida previamente con cinta de carrocero para evitar manchas de pintura, y cogerla con la mano con el aerógrafo por encima según vamos aplicando luces: obviamente, se va reduciendo el halo de pintura hacia las hombros de la figura (fotos 8, 9, 10 y 11).

Foto 8

Foto 9

Foto 10

Foto 11

 Para las sombras usamos la misma técnica, oscureciendo la mezcla inicial; sin embargo, las rociadas y la colocación del aerógrafo con respecto del busto cambian, y, lógicamente se hacen desde abajo (fotos 12 y 13).

Foto 12

Foto 13

Una vez acabado el proceso de pintura con aerógrafo, retomamos el pincel para simular y resaltar las costuras y ojales modelados en la chaqueta y aprovechamos también para perfilar las correas, cartuchera, botones y hombreras con la pintura un poco más oscurecida que para las sombras. En este paso aplicamos la base de las correas de la bolsa y cantimplora que, aunque sean de distinto color, la base nos servirá igualmente. (fotos 14, 15).

 Foto 14

Foto 15

Siguiendo con la decoración del torso, vamos iluminando y sombreando las correas con el mismo tono. (fotos 16, 17, 18, 19). Una vez finalizados estos detalles pintamos la base de la cartuchera en Marrón Chocolate, que trataremos mas adelante con oleos.

Foto 16

Foto 17

Foto 18

Foto 19

Para diferenciar la correa de la bolsa de la de la cantimplora que tenia un tono marrón claro, sobre la superficie previamente pintada vamos aplicando veladuras con colores ocres y marrones, tiñendo la base blanca hasta que obtengamos el tono buscado. (foto 20).

 Foto 20

El salacot lo pinté con la misma técnica que la chaqueta, y el detalle del sudor alrededor del pañuelo lo hice con unas veladuras de tinta sepia insistiendo en varias pasadas hasta que este efecto se hiciera notable. (fotos 31, 32, 33, 34)

 Foto 31

Foto 32

Foto 33

Foto 34

La otra técnica pictórica sobre la que quería arrojar algo de luz es la de tratar ciertas partes de las figuras con óleos, en este caso la cartuchera de cuero. Para mi, estas pinturas, poseen una serie de cualidades que las hacen idoneas para tratar algunas zonas, sobre todo el tema de cueros, ya que una vez secas, -por su propia formulación- ofrecen un acabado satinado muy interesante para simular este tipo de material. La forma que yo tengo de utilizarlos, ni es ni la mejor, ni la más novedosa… simplemente es como yo lo hago, y consigo lograr los resultados que busco.

Lo único que tenemos que tener en cuenta es que, al ser pigmentos mezclados con aceites, debemos poner las porciones de óleos sobre un folio para que éste absorba el aceite sobrante que sale del tubo. En la foto se pueden apreciar los nombres de los colores que he usado para pintar la cartuchera, así como los restos de aceite empapado en el folio.  En un bote pequeño de cristal pongo una mezcla de White Spirit, Secante de Cobalto y Barniz Mate Opal; este preparado ayuda a secar antes el óleo y a mantenerlo algo más mate (corsenvando el satinado de la pintura) después de su secado, y en otro botecito Esencia de Trementina inolora. Para trabajar los óleos sobre la pieza, utilizo dos juegos de pinceles -uno plano y otro redondo- para trabajar las luces y otro juego idéntico para trabajar las sombras; de esta forma no contaminamos un mismo pincel con ambos tonos y no corremos el riesgo de estropear el trabajo y la riqueza cromática sobre la zona que vayamos a pintar.

Foto 23

En la zona central de un plato desechable de plástico, pongo una cantidad mayor del color que usaremos como base (en este caso Tierra Siena Tostada), y alrededor del borde del plato dispongo el resto de colores. Después voy añadiendo al color base el resto de óleos mezclando cada uno de ellos con el base y estirando las mezclas en forma de “estrella” para ver el tono de la mezcla. Una vez preparadas las mezclas, sobre la pieza o zona previamente imprimada con un color acrílico similar al tono final, aplico una capa fina de óleo del color base a toda la zona (foto 23). Con un pincel plano estiramos bien las posibles cantidades de óleo que hayan podido quedar en algún recoveco. Una vez hecho esto, con el pincel redondo de luces aplicamos pequeñas cantidades de óleo estirándolo con el pincel plano de luces hacia las zonas más iluminadas. De igual forma, y con el juego de pinceles de sombra, aplicamos las sombras. (foto 24, 25).

Foto 24

Foto 25

Por ultimo -en mi caso por motivos de tiempo- retomé los últimos detalles para el cuero, desgastes, cortes, etc. al día siguiente de haber pintado las luces y sombras de la cartuchera. Como el óleo, aun a pesar de la mezcla de diluyente que uso se mantiene un par de días fresco, pude realizar estos efectos sin necesidad de rehidratar la zona o aplicar de nuevo las luces y las sombras. Para estos detalles, uso los colores mas iluminados de la paleta, y los aplico a modo de picoteo, cortes, etc. Si alguno fuera demasiado grande o no quedara real, con el pincel plano humedecido en diluyente lo voy matizando o incluso borrando. Llegados a este paso, pinté los botones y hebillas en color metalizado, en este caso bronce.

 Foto 26

Foto 27

Como último detalle de la pintura del torso, pinté las letras regimentales en un rojo desgastado en sus crestas. Como en este caso las letras están modeladas, no conviene forzar demasiado el efecto de relieve (trampantojo). (fotos 26, 27, 28, 29).

Foto 28

Foto 29

Como comenté al principio del articulo, no voy a extenderme en la decoración del rostro, pero si diré que después de enmascarar muy bien el salacot, y para no estropear el trabajo en él realizado, aerografio la cara con los colores de la carne, base, luces, sombras, y desde la parte inferior aplico una pequeña rociada del color base de la carne mas negro para simular la barba en la zona inferior de la mandíbula, después basta con suavizar este primer esquema con los mismos colores aplicados a pincel, hasta lograr el acabado suave y limpio que se puede apreciar en las fotos finales.

Junto a mi agradecimiento por brindarme la oportunidad de decorar esta pieza, quiero dedicar este artículo a Antonio Meseguer y a Stuart Hale de “Grenadier Models/Stormtrooper”.

Un saludo.

Robert Ramírez