Escolta Real
La Escolta Real fue creada el 19 de abril de 1875 durante el reinado de Alfonso XII con el propósito de servir de escolta y prestar servicio cerca de las Reales Personas fuera de palacio.
Se articuló como un escuadrón de caballería y su organización fue:
- Un coronel primer jefe.
- Un teniente corone segundo jefe.
- Dos comandantes capitanes.
- Un capitán ayudante.
- Cuatro ídem- tenientes.-
- Cuatro tenientes alféreces.
- Otro ídem habilitado.
- Otro ídem segundo ayudante.
- Un segundo, profesor veterinario.
- Un segundo ídem de equitación
- Un sargento primero.
- Cuatro ídem segundos.
- Ocho cabos primeros.
- Ocho ídem segundos.
- Uno ídem de trompetas.
- Ciento veinte soldados de primera clase:
- Tres herradores.
- Un forjador.
- Cuatro trompetas.
- Veintiún caballos para jefes y oficiales.
- Cien caballos de tropa.
- Cinco ídem para trompetas.
- Cuatro mulos para carros.
Estado Militar de 1884
Una Real Orden de 13 de mayo de 1875 dio un reglamento para la uniformidad y el armamento de este cuerpo, aún sin la coraza y con un uniforme que recordaba mucho el de la antigua «Guardia de la Reina». Muy interesante es el capítulo III del reglamento de 1875 que establecía cada uno de los servicios, hombres que habían de componerlos, posición en la formación, prendas de uniforme, etc…
Un año después de su creación, acompañó a Alfonso XII marchando al norte de España, donde puso fin a la III Guerra Carlista. El escuadrón se distinguió en la toma de Pamplona el 28 de febrero de 1876.
Estado Militar 1899 (Biblioteca Palacio Real, Madrid)
El 12 de abril de 1881 el escuadrón tuvo el honor de maniobrar, en la Casa de Campo de Madrid, a la voz del propio rey; estrenándose en esta ocasión las corazas que luego habrían de ser tan características del Escuadrón.
Un nuevo reglamento de uniformidad para la escolta fue dado en 1885 (englobado en el reglamento general para la caballería de 27 de junio) en este, ya aparecía descrita la coraza que había de ser «de hierro pulimentado, con un sol de metal amarillo en el centro del peto y sobrepuestas las iniciales A XII, con corona real y tres flores de lis de metal blanco; corbata de paño encarnado rizado y sujeta interiormente al forro de la coraza que es de badana blanca».
El Ejército español-288 Autotipias. Luis Tasso
El 6 de febrero de 1923 se publica el último reglamento de uniformidad antes de la disolución del Cuerpo.
En todos estos reglamentos apenas se varía nada, solo hacen confirmar los anteriores y modificar ligeramente la hechura de algunas prendas de acuerdo con la moda y gustos de la época.
Sala Histórica de la Guardia Real (El Pardo, Madrid)
Con la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931, el Escuadrón de Escolta Real y el Real Cuerpo de Alabarderos son disueltos.
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FIGURA
La figura fue modelada por Antonio Meseguer a escala de 54 mm. con masilla Epofer-Feroca (dos componentes). Es una figura que a primera vista puede parecer sencilla pero viéndola detenidamente lleva un trabajo y un saber hacer importante para que no resulte monótona con el abrigo; a mi entender con todo el trabajo de arrugas de cintura para arriba y de brazos así como con la expresión de la cara y el modelado minucioso del casco, Antonio lo consiguió con creces.
El propio Antonio me pasó desde el primer momento un boceto con dos posibles alternativas para ambientar la figura:
Y yo me pregunté, ¿por qué no hacer una mezcla de ambos?. Y así, con esa idea, se lo planteé a otro compañero, Miguel Angel Pérez, quien preparó un estupendo escenario simulando el andén de una estación de tren con una sección de una vía.
Le añadimos el reloj de Verlinden y todo el escenario lo pintó otro compañero, Luis Sanz: Pintura de un escenario-1 y Pintura de un escenario-2.
El trabajo de pintura de la figura fue de lo que yo me encargué.
Poco nuevo que contar en este paso, prácticamente toda está con colores acrílicos utilizando el aerógrafo para el trabajo del abrigo.
Solo me queda agradecer la dedicación y el trabajo de mis compañeros que han trabajado en esta pieza, sé que han dado lo mejor de sí mismos para esta figura tan especial. Asimismo, animar en la medida de lo posible a acometer trabajos en común entre dos o más miniaturistas, es tan instructivo como enriquecedor y por supuesto, se disfruta mucho más.
Un saludo