El Kiosko

Cuando vi en la Asociación Alabarda que de forma particular se iba a hacer la viñeta basada en una lámina de Ferrer Dalmau, llamada El Saludo, pensé en que podía convertirla en una escena que forma parte de la niñez de muchas personas de mi quinta.
La original, aparece en este artículo aparece pintada por un compañero de asociación: El Saludo

Para ello fijé mi objetivo en un kiosko de golosinas y tebeos de los que hubo en muchos, por no decir todos, los parques y barrios en los que vivíamos. En esos kioskos encontrábamos, además de miles de formas de engullir azúcar a mansalva, los tebeos que luego nos harían vivir mil y una aventuras o los álbumes de cromos de la liga de futbol en curso.

Empecé con unas paredes de foam, sobre las que fui haciendo los huecos que iba a necesitar. Posteriormente añadí trozos de pequeños palitos de madera para conformar las ventanas del kiosko, y además trozos de palos de madera similares a los llevan los helados o polos para la puerta por ejemplo.

El techo es un papel ondulado que encontré en una papelería hace tiempo y que guardé precisamente para simular la uralita. Posteriormente al recibir un lavado de cola blanca diluida en agua, hago que ese papel endurezca para poder recibir los tratamientos necesarios de pintura.

Para los cristales usé metacrilato muy fino, concretamente el que se suele usar cuando se encuadernan fotocopias y ponemos delante y detrás para proteger las copias.

Y las imágenes que se ven de caramelos, tebeos, etc, son impresiones a escala de productos de la época.

Dejo fotos del paso a paso del kiosko

En cuanto a las figuras, parto de las originales modeladas por Antonio Meseguer pero con algunas transformaciones que pedí a mi compañero Antonio Zapatero, del cual es de sobra conocida su maestría con la masilla para hacer prácticamente cualquier cosa, para adaptar los dos personajes a la escena.

Las cajas de botellas son una antigua referencia en resina muy fina, de una marca ya desaparecida, y la papelera es un cubo al que quite el asa y pegue un vástago de plástico para simular el poste que la distancia del suelo, y la bolsa de basura es eso…un pequeño pico de una bolsa de basura real que pegué a la papelera.

La placa, como ya he hecho algunas veces es un rotulo impreso en laser, pegado a un trozo de plasticard y tratado con algún lavado.

Y con estos mimbres…así quedó la escena:

Luis García