El asedio de Badajoz
Fecha:
El año 1812, entre el 16 de marzo y el 6 de abril se produce el tercer asedio a Badajoz.
Contendientes:
- Aliados: Arthur Wellesley (conde de Wellington) al mando de un ejército anglo-portugués de unos 25000 soldados.
- Franceses: El general Armand Philippon se defiende en Badajoz con unos 5.000 soldados de la Grand Armé.
Características previas
La ciudad de Badajoz poseía unas muy buenas fortificaciones, con una sólida muralla reforzada después de dos asedios anteriores. Para hacer más complicado el asalto, los franceses inundan algunas áreas alrededor de las murallas y otras son fuertemente minadas con potentes explosivos.
El 12 de Marzo, en un rapidísimo movimiento envolvente. Los aliados rodean la ciudad, completan el cerco y se instalan para comenzar el sitio. La ciudad ha quedado completamente aislada. Se cavan trincheras y se mueve la tierra para proteger a la artillería aliada.
Durante la preparación del asedio de los aliados los franceses realizan varias incursiones que son repelidas por los casacas rojas.
Desarrollo
La infantería del general Thomas Picton captura uno de los bastiones defensivos y se amplían las trincheras acercándose a las murallas.
Del 20 al 25 de marzo el intercambio de fuego artillero provoca muchas bajas en ambos mandos, la situación parece estabilizada. El día 25, los anglo-lusos toman el fuerte de la Picuriña, se vuelven los cañones y el bombardeo mutuo se hace continuo y muy intenso. Wellington recibe refuerzos y sus trincheras se acercan aún más a la ciudad, mientras los franceses siguen preparando minas y trampas explosivas como ultima defensa, antes del temido ataque cuerpo a cuerpo.
El 5 de abril se abren más brechas en la muralla de la ciudad, el asalto es inminente. Algunas de las brechas comienzan a ser practicables. El gobernador Philippon, prepara a sus jefes para hacer frente a un asalto definitivo e inminente.
A las 10 de la noche del 6 de abril empieza el ataque.
La escasa guarnición francesa se prepara para la desesperada defensa de Badajoz.
Dos ataques se iniciaron simultáneamente: el general Picton avanza por las laderas del Castillo mientras que el general Leith marcha contra el baluarte de San Vicente. La ofensiva principal corre a cargo de las tropas de los generales Colville y Bernard. Estos atacan los baluartes de la Trinidad y Santa María, que ya se encontraban muy debilitados
Los primeros asaltantes son los Forlorn Hope, voluntarios que realizan peligrosas misiones para ganar méritos y ascender en el escalafón.
La defensa francesa es encarnizada disparos de mosquete, artillería, granadas, piedras, paja ardiendo, …todo aquello susceptible de ser arrojado.
En las brechas hacen explosión las minas y trampas de los franceses, siguen llegando aliados y siguen cayendo en gran número, los muertos y heridos obstaculizan la batalla pero esta no decae en intensidad.
Las bajas de aliados y franceses son elevadísimas en las inmediaciones de los baluartes atacados. Los sitiados parecen no ceder en su ánimo.En unas dos horas caen más de 2000 soldados. Ante tal masacre Wellington se plantea parar el ataque, pero la constancia, valor y ferocidad de su ejército hace que consigan penetrar tras las murallas. Picton y Leith, en el Castillo y en el baluarte de San Vicente, consiguen entrar en la Ciudad. Se ordena el ataque definitivo.
Los franceses, al ver la ciudad rebasada por tres sitios diferentes, se ven desbordados, poco a poco va cesando la lucha.
Philippon con su Estado Mayor, huye al Fuerte de San Cristóbal, donde, en principio, pretende continuar la lucha. Pero, finalmente, al ser imposible la resistencia, debe aceptar la realidad y se rinde.
Resultado:
La mañana del 7 de abril presenta un dantesco paisaje. Arroyos de sangre y cuerpos por doquier una terrible destrucción y una brutal matanza. En el bando aliado se contabilizan casi 5 millares de muertos.
La ciudad queda arrasada y sus principales edificios destruidos.
Los aliados aseguran la frontera y tienen el camino expédito para enfrentarse al mariscal Soult en Salamanca.
Saqueo:
Los casacas rojas se desmandan después de la batalla. Las tropas ocupantes saquean palacios y templos, violan y pasan a cuchillo a muchos de sus habitantes, que solamente eran prisioneros de los franceses. Se emborrachan, roban, violan y asesinan indiscriminadamente. Los desmanes se suceden y se tarda tres días en restaurar el orden. Ante la furia de los generales y oficiales españoles y portugueses que participaron en el asedio, Wellington se ve obligado a poner orden en la ciudad.
El saqueo posterior a la victoria en Badajoz está considerado como uno de los acontecimientos más horrorosos y sangrientos de la Guerra de Independencia.
Conclusión
Este hecho de guerra, el asalto a Badajoz, se considera una de las victorias más importantes de los ejércitos de Su Graciosa Majestad del Reino Unido.
Realmente se convirtió al final en uno de los pasajes bélicos mas espantoso de la Guerra de Independencia.
Los que más sufrieron fueron los españoles residentes en la ciudad tomada por unos, los franceses, asaltada y “salvada” por otros, las tropas de Wellington y, finalmente, devastada, arrasada y vilipendiada por esos mismos salvadores que se creyeron en el derecho de tomar por la fuerza todo aquello que se les antojaba como premio a su terrible lucha para rescatar la ciudad