Dichoso gato!!!!! Un taller cualquiera en cualquier lugar. (2/2)

En el suelo y sobre la mesa empiezo a añadir manchas, tanto de grasa reciente como antigua, para lo cual uso los dos productos de AK que nombré al principio del artículo.
Para simular el efecto del uso y desgaste propio de los elementos metálicos sigo el siguiente método: pintura en distintos tonos y el truco de la esponjilla con colores oxido y oscuros. En las aristas y bordes froto con la mina de un lápiz y a veces también uso pigmento dark iron de ak y uso un difumino sobre estas partes. Si quisiera representar zonas con más brillo usaría alguna de las pinturas metalizadas de Citadel.

En las latas y la mesa simulo añadir manchas mediante lavados de dos productos de AK (engine grime y fresh engine oil). Para finalizar se simulan algunas manchas y arañazos con el color base aclarado.
La estantería de madera y la parte de madera de la ventana son fáciles de conseguir: se pinta en la madera en el color deseado, lo dejamos secar brevemente , se pega un trozo de papel celo y a despegar con un ligero tirón.

Lo próximo fue texturizar las paredes con putty y en algunos puntos darle un poco más de grosor para poder puntear con un pincel al que previamente se le han cortado parte de las cerdas. Así punteando en la masilla que aún no está seca al 100% pero ha empezado a fraguar, se va simulando la apariencia que coge la pintura de las paredes cuando hay humedad. Para terminar con el efecto di pequeños lavados muy controlados con tonos blancos, ocres, grises sobre las zonas que iban a llevar esa humedad.

Veo que va llegando la hora de añadir algo de atrezzo al asunto y me pongo a buscar posters, carteles e instrucciones de motos de los años 40 a los 60, que por la ropa que usa el personaje humano, es la época donde se puede ubicar. Descargo algunas fotos y las imprimo a color y con un tamaño adecuado y las pego en sus posiciones finales en las paredes, evitando ubicarlas con demasiada simetría y buscando un poco el juego de la vista del espectador, para lo cual tuerzo ligeramente algunas de ellas.

Voy completando la escena y presentando el final.

En estas últimas fotos añado más elementos, como las herramientas, las tuercas por el suelo, los trapos (que hice con cola blanca diluida en agua sobre papel tissue y dejar secar hasta que endurezca). Una cosa en la que no caí hasta que lo vi en escena es que no sabía cómo afianzar las dos estanterías a las paredes, ya que pegadas me parecía poco, así que hice unos taladros en las paredes para poder introducir un perno a través de estas y pegarlos en algún sitio de los elementos a fijar. En el caso de la estantería grande la caja de madera del estante de en medio tiene un agujero que conecta con la pared, y en la estantería de madera, justo debajo del estante medio hay dos pernos que atraviesan la pared.

Añado elementos como las instrucciones tiradas por el suelo, mancha de aceite sobre estas, la gota a punto de caer de la lata que ha volcado el gato y le doy un color que resalte (amarillo), a tres elementos de la escena para encuadrar y guiar la vista del espectador.

Para pintar la figura usé en su ropa tonos que en aquella época fueran habituales y que admitieran el juego que dan las manchas de trabajo de taller. Así la camisa se pintó en unos tonos claros y se ubicaron las manchas donde normalmente se podría ensuciar por el mismo trabajo, pero también donde nos solemos limpiar: pecho, debajo de bolsillos delanteros del pantalón, sobre los bolsillos traseros, etc…

El gato intenté hacerlo en tonos grises pero no me gustó mucho como quedaba así que lo hice en un tono negro con sus manchas blancas en cara y patas y di un poco de brillo en algunas partes con la que hubiera mantenido contacto con la grasa y aceite.
Finalmente añadí una placa con un letrero suficientemente clarificador por sí mismo.

Por resumir puedo decir que efectivamente, me ha llevado mucho más tiempo que cualquier figura, pero a cambio he aprendido y me he atrevido a hacer cosas que de otra forma nunca hubiera intentado. Detrás de esta escena hay mucha labor de documentación, preparación y construcción. Muchos consejos de socios y amigos de Alabarda, pero creo sinceramente que mereció la pena. La satisfacción simplemente de verlo terminando después de todo el trabajo que lleva no hay forma de medirlo. Lo ves cuando se acaba y sabes que gusta y que te gusta.