100 años de la Gran Guerra. Comentarios sobre la Primera Guerra Mundial (I)

Para recordar el centenario de la Gran Guerra, últimamente he pintado alguna de las figuras que sobre esta época esperaban pacientemente en su caja. Empecé a buscar información para escribir un articulillo que acompañara a las figuras. En los textos consultados encontré citas que me hicieron pensar sobre esta gran locura que llevó a la guerra a franceses, británicos, estadounidenses, rusos, austriacos, servios, alemanes, italianos,… decidí guardar estas frases de los protagonistas reales que vivieron la contienda y me pareció interesante hacer una selección. Ellas son capaces de dar una mejor visión de esta contienda de lo que podría hacer yo.

 La figura (marca Jon Smith) que acompaña a esta relación es un soldado de infantería francesa del 115º regimiento, ambientado en la primavera de 1917, en el Camino de las Damas. Este lugar se hizo tristemente famoso, pues vió morir, durante la ofensiva del general Nivelle, a más de un cuarto de millón de franceses y ciento setenta mil alemanes.

“Habíamos abandonado las aulas de las Universidades, los pupitres de las escuelas, los tableros de los talleres, y en unas breves semanasde instrucción nos habían fusionado hasta hacer de nosotros un único cuerpo, grande y henchido de entusiasmo. (…) Habíamos partido hacía el frente bajo una lluvía de flores, en una embriagada atmósfera de rosas y sangre(…) La guerra nos parecía un lance viril, un alegre concurso de tiro celebrado sobre floridas praderas en que la sangre era el rocío. Kein schónrer Todist auf der Welt…(no hay en el mundo muerte más bella…) ”

Ernst Jünger, de su novela “Tempestades de acero”

«Con espanto creciente fue dándose cuenta el hombre en la Primera Guerra Mundial y, ciertamente, a los dos lados de la trinchera, que se hallaba entregado a potencias inabordables que, si bien parecían guardar relación con la voluntad de los hombres, se desataban de continuo, se burlaban de todos los propósitos humanos y traían consigo la destrucción de todos. Así se encontró el hombre frente al hecho más terrible: era como el padre de unos demonios que no podía sujetar».

Martin Buber (1878 -1965), filósofo y escritor judío austríaco/israelí.

«La guerra se decidió en los primeros veinte días de lucha, y todo lo que pasó después consistió en batallas que, si bien fueron gigantescas y devastadoras, no eran más que llamamientos desesperados y vanos contra la decisión del destino».

Winston Churchill. (1874- 1965), político y primer ministro británico.

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«Desde 1914 a toda persona consciente de las tendencias mundiales ha preocupado mucho lo que parece ser una marcha predestinada y predeterminada hacia desastres cada vez mayores. Eso ha llevado a muchas personas serias a opinar que no se puede hacer nada para evitar que nos precipitemos en la ruina.”

Bertrand Russell (1872 -1970), filósofo, matemático, lógico y escritor británico.

«Para un joven que tenía un futuro largo y prometedor por delante, no era fácil esperar la muerte casi a diario. Sin embargo, después de un tiempo me acostumbré a la idea de morir joven. Extrañamente, eso tuvo una especie de efecto calmante y me impedía tener que preocuparme demasiado. Debido a esto perdí poco a poco el terrible miedo a ser herido o a morir».

Reinhold Spengler, voluntario de guerra alemán.

Continuará…

Alejandro Labourdette